a lo largo de la historia hemos escuchado canciones de Rock muy poéticas, depravadas. lo que he de citar como “Inteligencia Sexual”.
Inspiradas muchas veces en libros de:
“Bukowski”
“Leopoldo Maria Panero”
“Isabel Allende”
“Dina Posadas”
“Giongina Belli”
“María Teresa Bañón”
Y tantos otros!
Pues bien, les vengo a hablar específicamente de una canción llamada “el tatuaje de La redención”, que me parece una las canciones más bellas jamás compuestas en la historia del rock en español por la banda que más admiro de mi país, Colombia.
(‘‘‘y de la cual no voy a mencionar su nombre Porque quiero que la escuches, que la busques por ti mismo’’’)
Pero antes de éso, ¿vamos a leer un par de poemas eróticos de autores varios?
¡Comenzamos!
MARÍA TERESA BRAVO BAÑÓN,
TU SÚCUBO
te ofrecí la turbación de mis dedos
Entre el roce furtivo del pantalón
-prieto dique que aprisionaba tu sexo-.
Y quise encenderte la sangre,
Deslizandote al oído mil presagios
Del naufragio que te esperaba
Entre el abrazo de mis muslos.
O corromperte en la tentación,
De la manzana y su Dulce hendidura palpitante.
Arrancarte la mácula,
El estigma de pureza
– impropio de un hombre-.
Conducirte hasta la lenta agonía
De tu primer estertor, mientras te recitaba el “Ars Amandi “ de ovidio,
Siendo yo, tu súcubo,
Tu meretriz de Astarté,
En los jardines colgantes de Babilonia.
Y descubrirte en el caracol lascivo de mi lengua dibujando un laverinto de plata,
En cada recodo de tus secretas virginidades. pero tú me apartaste
– Cáliz agrio-. Mañana, nadie se apartará si salomé pide tu cabeza en una bandeja de plata,
Para besar tu fría boca,
Con sus labios de infierno y de despecho.
ROSARIO BERSEBÉ
MI OSADIA
- Enredo mi osadía entre tus sábanas Y el tacto irreverente de mis manos Busca el latido de tu sangre
por el laberinto de mi cuerpo
arden las llamas inmisedicordes
y la moderación es utopía.
Crepitan las Candelas desbodando la noche,
Mi voluntad ya no me pertenece.
Y mi ovillo en tus brazos
mientras me habitan en mi entraña agitadas palomas surcando las alturas.
DINA POSADAS
CONQUISTADOR
- Cuando me tiene vista
como sorpresa segura
avanza tu falo
descubriendo sus virtudes
Trae en su médula
nectar de un principio
y palpitar de un fin
tímido meñique adormecido
al rozarme
Gallardo índice certero
voz erguida articulando callada conquista
devoto a la vigilia
arrastra por los pliegues de mi sombra
rumor de un anhelo
Ábido ofidio
buscando mi selva
la Dulce fruta jugosa
raíz de mi ardor
llave que se acopla
a mí cerradura
se abisma mi secreto
y me inunda y dobla mi frente
con su cálido soplo desgajante.
ANÓNIMO
- Amigo mío, decídete
Ven a tomarme ahora,
Bésame la boca,
apriétame los pechos,
junta ahorca y arrancada.
mi marido está ocupado.
- (De la antología de poesía femenina hispano árabe, María Jesús Rubiera).
Hamda Bint Ziyad Al Muaddib.
- Revelaron las lágrimas mis secretos en un río,
Hay en él huellas manifiestas de la belleza.
serpea el río entre Jardines.
Se balancean los jardines sobre la corriente.
entre las gacelas, un antílope humano:
al desnudarse me Arrebato el juicio. tiene unos ojos que adormece para algo
y este algo me quita el sueño.
Cuando deja de flotar sobre su talle de negras trenzas,
contemplas la luna llena en el negro firmamento.
como si la Aurora tuviese muerto a – su hermano
y por el luto se vistiese de negro.
¡Ahora sí, ahí les va la letra de la canción!
JOSE RAMÒN MARCELES.
EL TATUAJE DE LA REDENCIÓN
En aquellos días
era imposible
conciliar el sueño
ella allí sentada
tan espléndida
entre calinas
Sus puntiagudos
senos…
casi que podía
acariciarlos
hablamos de cosas
y nos preparamos
para fornicar
y me invitó a su alcoba
y posó mi mano
entre sus piernas sentí que
temblaba y ya nunca más
deje de verla
deslicé mi mano
en la apertura de
su bata
y mis dedos se
impregnaron con
su tinta de
quimeras
aún sin que ella
reaccionara seguí
avanzando
y cuando rocé la
cima de su alma
ella suspiró: ¡Ahhhhhhh! ¡Ahhhhhh!
ya en la cópula,
y de una buena vez
todo ha
funcionado para
aspirar su ser
Apunto de fallar,
a punto de
volver
sin que me
importase quién
era o quién fui
Éste es el
tatuaje de La
redención
en donde
convergen como
rayos los mensajes a tu
corazón
de espaldas hacia
mí
levitando al
desnudo
poco a poco poseí
las bermudas
en
lo oscuro
visitaba al cielo
por la propulsión
de mis arterias
manejaba el trono
mientras la
insultaba entre
sus quejas
y la sentí agotada,
imperturbable
me puse de
rodillas
la ví desmayada y
desaparecí.
Por Ángel David Rincón.
Aquí la página y la canción:
https://www.facebook.com/LeonBrunoBand/